lunes, 15 de septiembre de 2008

Preocupación entre los gremios por carreras de la salud con bajos puntajes en la PSU

En Enfermería, por ejemplo, hay 16 programas donde el último alumno matriculado ingresó con menos de 499 puntos.

No más de cinco preguntas correctas en la PSU de ciencias les bastó a cientos de jóvenes para ingresar a codiciadas carreras del área salud en 2007. Esto porque, junto con el aumento en los programas de salud que ofrecen las universidades, que crecieron al doble en los últimos cinco años, ha emergido otro fenómeno: los bajos puntajes de entrada a algunos de ellos.

Según los datos del Consejo Superior de Educación, 14 de los 75 programas de Kinesiología matricularon a estudiantes con menos de 499 puntos. El más bajo sólo pide 421 puntos, rendimiento que considera la PSU simplemente como reprobada. Sólo cuatro de las carreras de la especialidad están acreditadas.

Un panorama similar se vive en Enfermería. De los 73 programas que se ofrecen, 16 están acreditados. Nueve tuvieron puntajes de corte menores a 450 puntos ponderados y siete estuvieron entre 499 y 450 puntos el año pasado.

El tema preocupa a los colegios de la orden. Especialmente porque la calidad de estos programas no está tan bien resguardada como lo que sucede con Medicina, donde las carreras deben acreditarse de forma obligatoria a partir de este año y se creó un examen al que adscriben los egresados de la Asociación de Facultades de Medicina.

"Esto se puede transformar en un problema público. Malos estudiantes se suman a universidades con poca calidad, que no tienen campos clínicos ni laboratorios", dice Eduardo Ramírez, presidente del Colegio de Kinesiólogos.

Existen algunas coincidencias dentro de esta oferta. La mayoría de los programas cuyo último matriculado obtuvo menos de 499 puntos se desarrolla en sedes regionales de universidades privadas.

Si bien las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica autónomos poseen la libertad para crear nuevos programas, algunos colegios profesionales están tomando medidas.

Exigen que organismos especializados, como ellos mismos, supervisen la dictación y creación de estos programas, además de hacer catastros de los profesores y nivelar la calidad de las mallas. Por ejemplo, en noviembre, el Colegio de Matronas reunirá a las jefas de carrera de los 12 programas existentes para consensuar la calidad de exigencia y mallas curriculares.

TAMBIEN A NIVEL TECNICO

A ello se suma que las carreras técnicas de pregrado del área salud también han vivido un fenómeno de crecimiento: entre 2002 y 2007, el número de carreras de pregrado de salud ofrecida por los institutos ha crecido en un 357%.

En 2005, el Senado aprobó un proyecto de ley para que los programas del sector sean incorporados en el articulo 52 de la Loce.

Esto obligaría a que se dicten con grado de licenciado y título profesional y evitaría que se impartieran en los institutos profesionales y centros de formación técnica. El proyecto entró a discusión en la Cámara de Diputados a mediados de este año.


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Colegios chilenos, entre los que dedican menos tiempo a lectura e idiomas


Los sistemas escolares chileno y australiano tienen la peor distribución de la jornada de clases.

El último informe de la Ocde (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) sobre el panorama educativo de sus países miembros fue una suerte de agorero para Chile.

No sólo es el país que tiene a sus alumnos más tiempo en la sala de clases (más de mil horas al año en comparación con las 839 horas que pasan los alumnos de entre 9 y 11 años como promedio de la Ocde), de entre los 37 analizados. También es uno de los que distribuye peor esa jornada.

Mientras, en promedio, los escolares de entre 9 y 11 años de la Ocde destinan el 48% a ciencia, matemáticas y lenguaje, los estudiantes chilenos sólo dedican un 44%.

Lejos la materia con menos dedicación es lectura, escritura y literatura. Lo que explicaría, en parte, los magros resultados de Chile en las pruebas internacionales y por qué tampoco se avanza en los test locales, como el Simce.

Sólo el 15% del tiempo que pasan en el aula los niños chilenos, entre 7 y 11 años de edad, se dedica a actividades relacionadas con el lenguaje. En Finlandia, país que ocupó el primer lugar en la última prueba Pisa, los niños de entre 9 y 11 años destinan el 21% de su tiempo a esta actividad; y en promedio, los países de la Ocde invierten un 23%.

El inglés es otra de las asignaturas pendientes: mientras en promedio los alumnos de los 37 países destinan el 7% de su jornada escolar a estudiar idiomas, en Chile sólo se dedica el 2%.

"La extensión de la jornada fue un error y se sabía que el tiempo estaba mal usado", dice el investigador del CEP, Harald Beyer. Según el experto, los datos analizados a partir del TIMSS (prueba internacional que mide matemáticas y ciencias), donde se analizaba cómo se usaban las horas de clase, mostraban que donde las clases se interrumpían más frecuentemente era en Chile.

POCO EFECTIVOS
Para los expertos, se trata entonces de un tema de eficiencia. Porque más allá de la cantidad de horas, está claro que los colegios no pasan todo el currículo, pierden tiempo en actividades que no tienen que ver con el aprendizaje o sus métodos de enseñanza son poco efectivos.

"Hay una relación directa entre la poca dedicación y el desempeño. Los colegios con bajos resultados son los que no pasan todo el currículo", sostiene Dante Contreras, economista del PNUD y de la U. de Chile.

En el libro Las Escuelas que Tenemos, las investigadoras del CEP, Bárbara Eyzaguirre y Loreto Fontaine, descubrieron que, incluso, en las clases de lenguaje el tiempo desperdiciado es enorme. Casi el 80% del tiempo en las escuelas de bajo rendimiento y el 38% en las de buen puntaje en el Simce se va a actividades como ordenar la sala o dar instrucciones.

Para solucionar el tema se necesitaría, por ejemplo, aumentar la cantidad de horas no lectivas, esto es el tiempo que dedican los maestros a preparar clases. El país nuevamente posee una de las dedicaciones más bajas: un 25%. En cambio, los colegios particulares destinan un 30%, con lo que se equiparan con el promedio de la Ocde.

Esta sola medida, más un liderazgo efectivo de los equipos directivos (que estimulen, por ejemplo, a una adecuada planificación del año escolar) y profesores de buena calidad, bastarían para que, incluso, pasando menos tiempo en la escuela, los niños aprendieran más.

A ello se agrega que, incluso en las propias horas de lenguaje, se dedique poco tiempo a la lectura. Eyzaguirre y Fontaine descubrieron que las escuelas con alto Simce dan pocas oportunidades a los niños de leer, hojear y familiarizarse con los libros. Las escuelas de buen rendimiento dan entre 1 y 3 libros al año para leer en casa.

Investigaciones internacionales han estimado que para tener buenos resultados académicos habría que leer entre 100 y 125 libros ilustrados por año escolar.

"Mientras más lees, más conocimientos, más vocabulario y más rápido lees. Si tienes más comprensión del mundo, se hace más fácil y más entretenido leer. Es un círculo virtuoso", señala Eyzaguirre.

Los propios expertos de la Ocde así lo concluyen. "Chile está entre los países con mayor número de horas lectivas netas y de horas de instrucción para los alumnos. Esto puede representar un gran costo para el sistema", dice Diana Toledo.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Luis Galdames Galdames (1881-1941)




Nació en Melipilla en 1881.Destacado estudiante, en el año 1900 recibe su título de profesor de Historia y Geografía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Y recibe su título de abogado en 1903. Luis Galdames recibió una valiosa influencia de parte de Valentín Letelier, que lo ayudaría en la elaboración de sus mas conocidas obras. Sus inicios como docente están ligados al Instituto Comercial de Santiago, donde se desempeñó como profesor de Historia y Derecho Comercial a partir de 1905. También fue profesor de Historia en el Instituto Nacional y el Liceo Barros Borgoño. Se destacó principalmente debido a su capacidad organizativa y de gestión en cuanto a la administración de establecimientos educacionales. Luis Galdames desarrolló un pensamiento activo y contemporáneo ( de acuerdo a su época) respecto de los problemas educacionales del país. Sus publicaciones más conocidas fueron: El Decenio de Montt (1094) Estudio de Historia de Chile (1906) y Geografía Económica (1911), “El Espíritu de la Enseñanza” y “Los Fines de la Educación Media”,las cuales tuvieron gran aceptación en el medio intelectual y artístico que existía en la época. También podemos destacar: · En 1914 fue uno de los fundadores del Partido Nacional. · Participó en la Comisión que elaboró la Constitución política de 1925. Entre 1927 y 1928, Galdames se desempeñó como director de Educación Secundaria, llevando a la práctica la reforma a la educación esos años. De su responsabilidad fue el Reglamento General de Educación Secundaria y bajo su autoridad se implementaron numerosos proyectos, origen del elevado nivel de calidad que alcanzó la educación chilena. Diez años después, fue director nacional de Educación Primaria. Docente de la Universidad de Chile En 1928, Galdames fue nombrado profesor del departamento de Historia y Geografía del Instituto Pedagógico y tiempo después, decano de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Continuó desarrollando su labor historiográfica, en la que destacó el libro La Juventud de Vicuña Mackenna (1932), y en 1938 Valentín Letelier y su Obra. Ya alejado de las actividades públicas, falleció a los 60 años de edad, el 20 de noviembre de 1941. Sus palabras: “El objetivo principal del Liceo debe ser la preparación de la juventud para una eficiente acción económica, por medio de una cultura literaria, científica y técnica aplicable a la vida” Algunas ideas clave:
1. El objeto principal del liceo debe ser la preparación de la juventud para una eficiente acción económica, por medio de una cultura literaria, científica y técnica aplicable a la vida real.
2. Debe, también, desarrollar una intensa labor de nacio nalidad a fuerza de incentivar permanentemente ideales aplicables a nuestro ambiente colectivo.
3. Lo que los sociólogos llaman "moldear el alma de un pueblo", es acción que en pocos países, como el nuestro, incumbe a los educadores desenvolver.
4. Instituyó la especificidad de los profesores jefes, los consejos de profesores, las asociaciones de alumnos y de
ex-alumnos, el concepto y práctica de la comunidad escolar, la orientación vocacional.

Extracto Revista Educar N° 27. Año 3. Autor: Juan Antonio Massone.

Linkografía